Mis reseñas sobre Turquía

Turquía es la casa de la Virgen María, del mar Egeo, de los dolmas, de los títeres Karagoz, del lokum, de mujeres hermosas y hombres de telenovela; de las flores llamadas Fatmagül...de las colonias con olor a limón que son guardadas en el refrigerador para aliviar el calor de los amigos que llegan a comer baklava de pistache.


Cada Ciudad, cada estación del año, cada casa de té, cada familia tiene una historia, un olor, un sazón, una fruta preferida, una tía que borda, un familiar ausente por ser militar, una canción para bailar sosteniendo un pañuelo, un problema de dinero, una fortuna, un amor perdido, uno realizado, una boda ruidosa, una tumba cuidada con amor.
Los turcos son personas cálidas que no respetan los altos al manejar, pero tampoco al caminar (¡es verdad!), como si nadie les pusiera límites. Son gente dulce que debe llegar a algún lado a preparar platos rebosantes de galletas y hojas de parra rellenas sin reparo para disfrutar decir : “afiyet olsun” (¡Buen provecho!).

                                             
Dolmas: pimientos rellenos de arroz sazonado con jitomate y especias (menta en especial)


Se despiertan y consuelan con el llamado a la oración, susurran sus preguntas, gritan en el bazar (¿por qué gritan tanto?), parece que se enojan fácil pero también cantan, chasquean los dedos y si te descuidas te toman de la mano y ya estás bailando sobre la banqueta o sobre una alfombra de colores perla-cereza.
Es la tierra donde se discute con pasión sobre una receta que lleva arroz como lo hacen con los temas políticos. Aquí es donde la gente se se defiende los tanques, regala oro y lo vende para salvar a su moneda; donde nadie le puede decir que no a un plato de sopa de yogurt y si lo haces te sirven dos.
Es el lugar del mapa donde se besa a la bandera como a mamá (la misma que pone en la puerta cuando hay una boda). Es donde se aprende a vivir entre la belleza y las paredes pintadas con diamantina, donde los jóvenes van a hacer algo grande.
...Turquía está muy lejos de México, pero ya tiene aquí Frida Kahlo gente que la adora, que admira sus goles contra Alemania, que bebe cerveza corona y con curiosidad pregunta por el chile habanero.
Tan imposible es llegar como despedirse, tan estresante es no entender na-da y ver que la gente espera que los entiendas, pues algunos piensan que en todo el mundo solamente se habla turco, aunque también es conmovedor cuando alguien se sorprende en un autobús porque eres mexicano y te dice “adiós amigo”.



Los melones de las mil y una noches

Gracias siempre por tantos regalos y por tanto cariño. Gracias amigos de Shifa por escribirnos y por acompañarnos hasta el otro lado del mundo.
Gracias Cuauhtémoc por tu apoyo, gracias a la luna que nos regaló un eclipse.
Hay muchas series turcas todavía por ver y dulces que compartir. La familia se hace más grande, como la mesa...

Araceli Nuñez Aldana

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